PRINCIPALES EDUCADORES HUMANISTAS
Principales Educadores Humanistas
Erasmo de Rotterdam es uno de los
humanistas que más fama llegó a alcanzar debido a que ejemplifica a la
perfección el concepto y la forma de vida humanista, siendo incluido en la
mayoría de libros de texto en los que se hable del humanismo. Al igual que
otros humanistas contemporáneos, Erasmo fue un adelantado a su tiempo, y eso se
refleja en la crítica social de sus obras. En este caso personalmente, Erasmo
de Rotterdam vivió en un contexto de mucha inestabilidad religiosa en el Sacro
Imperio Romano Germánico debido al inicio y extensión de la reforma religiosa
impulsada por las religiones protestantes, como el luteranismo, el calvinismo,
el zuinglianismo, y otros movimientos menores, como el anabaptismo, o la
reforma menonita que dio origen a la comunidad amish. Era un fuerte
creyente cristiano, lo que no quita que dirigiera muchas criticas contra las
jerarquías eclesiásticas. Pero veamos más a fondo la vida y obra de este gran
humanista.
(Joan Lluís Vives; Valencia, 1492 -
Brujas, Flandes, 1540) Humanista y pensador español. Nacido en una familia de
judíos conversos, estudió en las universidades de Valencia y París. Desde 1512
se estableció en Flandes, donde fue profesor de la Universidad de Lovaina y
entabló una estrecha relación con Erasmo de Rotterdam. También mantuvo
amistad intelectual con Tomás Moro, que le llevó a enseñar en la
Universidad de Oxford desde 1523.
La obra de Luis Vives
El pensamiento de Vives es uno de los
máximos exponentes del humanismo renacentista: trató de rescatar el pensamiento
de Aristóteles, descargándolo de las interpretaciones escolásticas
medievales, y sustentó una ética inspirada en Platón y en los estoicos.
Pero, más que plantear teorías de altos vuelos, Luis Vives fue un hombre
ecléctico y universalista, que avanzó ideas innovadoras en múltiples materias
filosóficas, teológicas, pedagógicas y políticas, y propuso acciones en favor
de la paz internacional, la unidad de los europeos y la atención a los pobres.
Entre sus abundantes obras cabe destacar los tratados Sobre el alma y la
vida (1538) y Sobre la verdadera fe cristiana (1543).
Para escribir sus primeros textos,
Rabelais se inspira directamente en el folclore y la tradición oral
popular. En 1532 habían aparecido en Lyon Les Grandes et inévitables
chroniques de l'énorme géant Gargantua, una colección anónima de cuentos
populares a la vez épicos y cómicos. Estos cuentos extraían sus fuentes de
los libros de caballería de la Edad Media, en particular
del ciclo artúrico. Esta colección conoció un enorme éxito.
Rabelais se propuso escribir un texto
que retomase la trama narrativa de las Crónicas. Volvió a contar la historia
de Pantagruel, hijo del Gargantúa de las crónicas. El Pantagruel está,
pues, muy marcado por las fuentes populares.
Ante el éxito extraordinario de su Pantagruel,
Rabelais quiso reescribir a su manera la historia de Gargantúa descartando las
fuentes populares tradicionales iniciales y reeditó un Gargantúa literariamente
más acabado y netamente más henchido de humanismo que la primera obra.
Michel de Montaigne sigue teniendo actualidad. Sus “Ensayos” siguen
reeditándose y su obra es motivo de múltiples estudios. Este filósofo, escritor
y humanista nacido cerca de Burdeos descubrió un género literario que sirvió de
puente entre el Renacimiento y los siglos posteriores, siendo cultivado por
numerosos autores como Camus, Emerson y Locke.
Nació en el seno de una familia noble y culta. Se instruyó
desde la cuna en las lenguas clásicas. Sus estudios de Derecho le acercaron a
la política y llegó a ser Alcalde de Burdeos. Vivió en una época con
guerras de religiones que supo gestionar.
Étienne de la Bóetie fue la amistad de su vida e influyó en el
desarrollo de su obra.
Montaigne creó una forma literaria que llamó “Ensayo”, una especie
de autorretrato literario, en el que se pinta a si mismo, y es la materia del
libro. Se abría así una puerta para el librepensamiento, una licencia
para lo personal y espontáneo.
Para Campanella la filosofía es un conocimiento
de las ideas divinas, leídas con la luz natural en el libro de la naturaleza.
Comienza su Metafísica proponiéndose el estudio del saber, del ser y del
actuar. El agnosticismo queda refutado, siguiendo el razonamiento de San
Agustín, con la afirmación de la autoconciencia, en la que el propio ser se
manifiesta con una evidencia irrefutable.
Ésta es una sapientia innata, a la cual se añade, mediante la experiencia, una
sapientia addita. La filosofía tiene, pues, la misión de despertar el primitivo
conocimiento de sí, demostrando que ni siquiera el sentir sería posible sin un
previo sentir de sentir. "Sentire est scire", concluirá. Tal
argumento parece anticipar de alguna forma el cogito ergo sum de Descartes.
Según Campanella, todas las cosas están dotadas de sensibilidad; de ahí el
principio de su universalismo mágico. Todo ser tiene tres primalidades:
potencia, sapiencia y amor. Toda primalidad sigue el principio de que cada ser
se refiere a los demás después de referirse a sí mismo. Tiene saber innato de
sí, y después del mundo; se ama a sí mismo y después a los otros seres.
Referencias Bibliográficas
- Historia de la escritura - Historia y biografía de
- https://historia-biografia.com/historia-de-la-escritura/
- Importancia de la Educación Humanista en la actualidad - Escritores.org
- https://www.escritores.org
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